English below 👇
Ayer por la tarde y ya cansada, me encontré en uno de esos agujeros de gusano a los que nos lleva Instagram, donde pinchas el story de una conocida y de pronto te encuentras viendo los perfiles de personas que conocías hace 25 años y que nunca volviste a ver.
En este caso, era un grupo de chicos que, en aquella época, me parecían lo más guay del mundo.
Durante un año de mi adolescencia les veía seguido, frecuentábamos los mismos bares, trabajé con alguno de ellos en un local de ropa y hasta salí unas semanas con otro.
Mi adolescencia fue compleja. Si, todas las adolescencias son complicadas y la mía fue bien intensa.
Salir al mundo sin autoestima, muy enfadada, herida, sin entender el sistema, asustada, triste y sin saber qué es que te traten con compasión te convierte en la perfecta candidata a buscar y encontrar personas que te traten mal. No por nada, sólo que no conoces nada mejor.
Solemos relacionarnos y operar desde la herida emocional. Voy a atraer y me atraerán seres que vibren en la misma frecuencia.
Yo quería que ese grupo de personas que, ahora sé, tenían las mismas heridas emocionales que yo, me aceptara y me quisiera. Quería pertenecer.
Eso nunca pasó. Para ellos yo no molaba. Bueno 😂
25 años después y por medio del story de una amiga me encuentro con todos sus perfiles en Instagram.
Estaba fascinada. Cómo había pasado el tiempo para ellos, qué estaban haciendo, algunos siguen igual, otros muy tristemente se quitaron la vida… no podía creer lo que veía.
Conectándome sutilmente a ellos y leyendo sus energías desde sus fotos sentía el dolor, el inconformismo, la frustración.
Automáticamente mi mente me llevó a la comparación. No estoy orgullosa de esto, pero siempre intento ser transparente con mis procesos y os lo cuento como fue. Sentí como una especie de justicia cósmica… menuda tontería.
Me encontré comparándome con ellos. Qué había hecho yo hasta ahora, cómo viví mi vida, cómo sané, cómo creé, como crecí, como trascendí.
Fue agridulce. Por un lado, me sentía orgullosa de mi vida (con todas sus luces y las muchas sombras que ya conocéis). Empecé a divagar, preguntándome si me habrían visto en la tele. Si habrían visto alguna de mis entrevistas cuando patinaba por el mundo y pregonaba empoderamiento. Argentina es grande, pero hay ámbitos en los que, de alguna manera, todo se sabe.
Me sentí un poco descolocada y después de 30 minutos, me di cuenta que estaba en un agujero y cerré Instagram.
Al rato me empezó a doler la cabeza. Me había quedado enganchada a ese grupo de seres y a ese “pasado” en una especia de limbo mental.
Enseguida me puse a hacer la oración de soltar lo absorbido que no me pertenece y limpiar lo que se me haya podido pegar… y cuando la estoy haciendo, me doy cuenta.
No son ellos, SOY YO.
Yo y mi propio juicio hacia ese grupo de seres que en su día sentí me hicieron daño.
Hubo un juicio sutil y muy real.
Fue mi propio juicio de pensar, aunque sea por un segundo, que “a mi me fue mejor” o “yo lo hice mejor” lo que abrió la puerta para que entrase la densidad. No fueron ellos. Fui yo.
Esto no es fácil de compartir, pero no me avergüenza. Fue un momento. Una reacción. Casi automática. Que habla de una herida que necesita ser vista y recibir mucho amor y compasión.
Estoy haciendo esta experiencia humana y sigo a prueba. Siempre aprendiendo. Las pruebas se sutilizan y me alegra poder ver y reconocer mi propia sombra.
Todo esto pasó en 35 minutos. Al entender lo que estaba pasando, agradecí a cada uno de ellos, hice el h’oponopono con todo ellos [LO SIENTO, PERDÓNAME, GRACIAS, TE AMO] y me senté a escribir esto porque quería compartirlo… aunque no me haga quedar bien 😂
Hay muchas cosas dando vueltas. Muchos seres de la no-luz, entidades, egregores y demás vainas.
Siempre vamos a lo fácil, y tendemos a pensar que lo denso viene de fuera. Pero muchas veces es, nuestro propio juicio hacia otras personas, situaciones o reacciones lo que abre la puerta para que entre la densidad por la Ley Universal de AFINIDAD VIBRATORIA.
Yo atraigo la frecuencia en la que vibro. Sencillo. También complejo.
Quería compartirlo como una invitación a estar pendientes de nuestras reacciones. De nuestros juicios. De cuánto nos gusta pensar que todo lo denso viene de fuera.
Esta es una invitación a continuar sanando, a todos los niveles, todas las heridas emocionales… algunas que ni siquiera sabemos que tenemos.
Cuando haya paz interior, habrá paz exterior.
Ellos no saben quienes son y (casi) seguro nunca leerán esto. Pero desde aquí y con el corazón abierto y vulnerable les agradezco esta oportunidad de crecimiento. Este regalo. De seguir limpiando, de seguir agradeciendo, de seguir perdonando.
El perdón no es para los otros. El perdón en para mi. Es un regalo que me hago a mi.
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En la masterclass de limpieza y protección energética vemos qué son los seres de la no-luz, cómo funciona la energía, cómo identificar cuando cargamos con energías densas que no son nuestras o nos han enviado, técnicas de limpieza y protección diarias + otras específicas para momentos puntuales, cuales son las puertas de entrada de la no-luz, limpieza de espacios físicos y mucha más información básica para navegar la experiencia humana que nunca nadie nos contó. Recibirás el link a la clase con un manual en PDF con todas las técnicas.
El feedback de las dos es extraordinario y es de los mejores regalos que puedes hacerte a ti mismx y a otrxs. No hay nada como invertir en uno mismo ❤️
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En Instagram estoy compartiendo cada vez más conocimiento y canalizaciones sin olvidarme del contenido esencial sobre gatas y memes espirituales.
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ENGLISH
As usual, please remember English is not my mother tongue 🌈
Yesterday afternoon I was already tired and found myself in one of those wormholes that Instagram leads us into, where you click on an acquaintance's story and suddenly find yourself looking at the profiles of people you knew 25 years ago and never saw again.
In this particular case, it was a group of guys who, at the time, I thought were the coolest guys in the world.
I saw them often during my teenage years. We hung out in the same bars, I worked with some of them at a clothing shop, and I even went out with one of them for a few weeks.
My teenage years were complicated. Yes, all teenage years are complex and mine were very intense.
Going out into the world without self-esteem, extremely angry, hurt, not understanding the system, scared, sad and not knowing what it's like to be treated with compassion makes you the perfect candidate to look for and find people who treats you poorly. You just don't know any better.
We tend to connect and operate from the emotional wound. I will attract and be attracted by beings who vibrate on the same frequency as me.
I wanted to be accepted and liked so badly by this group of guys who, I now know, had the same emotional wounds as I did. I wanted to belong.
But that never happen. I was never cool enough for them. Oh well 😂
25 years later and through a friend's story I came across all of their Instagram profiles.
I was fascinated. I saw how time had passed for them, what they were doing, some of them were still the same, others very sadly took their own lives... I couldn't believe my eyes.
Subtly connecting to them and reading their energies from their photos I felt the pain, the nonconformity, the frustration.
Automatically my mind led me to comparison. I am not proud of this, but I always try to be honest with my processes and tell you how it was. I suddenly felt like a "cosmic justice" nonsense.
I found myself comparing to them. What I had done so far, how I’ve lived my life, how I healed, how I thrived, how I grew, how I transcended.
It was bittersweet. On one hand, I felt proud of my life (with all its lights and the many shadows you already know). I started rambling, wondering if they saw me on TV. If they saw any of my interviews when I was skating around the world and advocating for female empowerment. Argentina is big, but there are spheres in which, somehow, everything knows.
I felt a bit unsettled and, after 30 minutes, I realised I was in a worm hole and turned Instagram off.
After some minutes, my head started to hurt. I felt energetically hooked to this “past” and this group of people in some sort of mental limbo.
I immediately started doing the prayer to release what I've absorbed that is not mine and clean whatever might have gotten stuck on me. While I'm doing this, I realize something.
It wasn't them, IT WAS ME.
Me and my own judgement towards that group of people that I felt like they once hurt me.
There was a subtle yet very real judgement.
It was my own judgment while thinking, even for a second, that "I did better" what opened the door for density to get in. It wasn't them. It was me.
This is not easy to share, but I am not ashamed. It was a moment. One reaction. Almost automatic. That speaks of a wound that needs to be seen and receive love and compassion.
I'm on a human experience and undergoing, like all of us, through continuous tests and experiences. I'm always learning. The tests get subtler and I am happy to be able to see and acknowledge my own shadow.
All this happened in 35 minutes. As I understood what was happening, I switched to gratitude towards each one of them, did the h'oponopono with all of them [I'M SORRY, PLEASE FORGIVE ME, THANK YOU, I LOVE YOU] and sat down to write this post because I wanted to share what had happened, even though it’s not my most flattering story 😂
There are many things out there. A lot of no-light beings, entities, egregores and so on.
We tend to always go for the easy and comfortable option, thinking that most density comes from the outside. But many times, it's our own judgement towards people, situations or reactions that opens the door for density to enter through the Universal Law of VIBRATIONAL RESONANCE.
I attract the frequency I vibrate in. Simple. Also complicated.
I wanted to share this as an invitation to be more aware of our reactions. Of our judgements. To be more aware of that though-form that likes to think that everything dense comes from outside.
An invitation to continue to heal, at all levels, all emotional wounds... some of which we don't even know we have.
There will be outer peace when there is peace within.
These guys, they don't know who they are and (most likely) will never read this. But I thank them, with an open and vulnerable heart, for the opportunity of growth. The gift to keep on healing, to keep on thanking, to keep on forgiving.
Forgiveness is not for others. Forgiveness is for the self. It's a gift I give myself.
Today more than ever, gift yourself and others consciousness expansion.
As an “end of the year” gift, and after this very chill year, I made a bundle with two fundamental programs: ELEVATE and the protection masterclass.
ELEVATE is a magnificent program for doing inner work, identifying your emotional wounds, heal, transcend your patterns and start creating a life you love. It's a gem. It includes three classes, manuals, techniques, practices, meditations and everything you need to understand what life is all about and how to make it much better.
With the Protection and Energetic cleansing masterclass you will learn what no-light beings are, how energy works, how to identify when we carry dense energies that are not ours or have been sent to us, daily clearing and protection techniques + other specific ones for specific moments of our lives, what are the gateways of the no-light, clearing physical spaces and much more basic information for navigating the human experience that no one ever told us. You will receive the link to the class with a PDF manual with all the techniques.
The feedback from both is extraordinary and one of the best gifts you can give yourself and others. There’s nothing like investing in yourself ❤️
They are usually 273€.
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Many people have already felt the call to go through this upgrade. Let’s go 🔥
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