Sanar el niño interior - Healing the inner child
Sanar el dolor del niño interior es la llave para transformar la ira, la tristeza y el miedo - Healing the inner child’s pain is the key to transforming anger, sadness and fear.
English bellow
¡Hola familia, buen día! ¿Cómo están? ¿Cómo llevan el tsunami? Te envío un abrazo enorme, donde quiera que estés, y fuerza y coraje para llevar este proceso. Nos tenemos.
Hablando de tsunamis, hoy vamos a tratar un tema que supone una de las mayores revoluciones interiores por las que puede pasar un ser humano: la sanación de su niñx interior.
Escuchamos y hablamos mucho de esto, pero ¿qué es realmente mi niñx interior?
El niño interior somos nosotrxs mismxs, versión niñx, con todo lo que nos pasó, percibimos, no superamos, guardamos, o jugamos. Todo lo “positivo” y “negativo” de nuestra infancia que ha dejado sensaciones, emociones, vacíos, necesidades o satisfacción que se han “transformado” en gran parte de nuestra personalidad.
Cómo percibimos el mundo, el amor que creemos merecer, el amor que tenemos, el que damos, cómo jugamos, cómo reímos, cómo sufrimos, cómo intercambiamos energía con todo y todxs o qué percibimos que somos capaces de hacer.
El desarrollo de nuestra personalidad, percepción propia y del mundo depende básicamente de nuestrx niñx interior.
Si nuestrx niñx interior está herida, por los motivos que sean, es probable que crezcamos insegurxs, con falta de auto estima, con miedo y desarrollemos una personalidad acorde. Y así salimos y vamos por el mundo, intentando cubrir nuestras heridas para que nadie las perciba y no puedan hacernos más daño, pero por mucho que intentemos taparlo, esas heridas y esos niños heridos son el condicionante y detonante de todo, la base de cómo nos relacionamos con el mundo y nosotrxs mismxs.
Personalmente no conozco a nadie que no tenga a su niña interior herida. En mayor o menor medida, todxs tenemos cosas que sanar.
Mi niña interior no sólo estaba herida sino que estaba enfadadísima con todo y con todos, especialmente conmigo misma.
De adultxs, muchxs entendemos que nuestrxs progenitores (e inclusive nosotrxs mismxs de niñxs), hicieron lo mejor que pudieron con lo que tenían. Ellxs también son y tienen niñxs heridos, muchas veces con heridas profundísimas, que han creado sus personalidades alrededor de esas heridas.
Es un tema súper complejo. Yo misma estuve años hasta entender y perdonar. Porque si bien a veces racionalmente entendemos que hicieron lo mejor que supieron o pudieron, las heridas emocionales no se curan reconociendo el hecho racionalmente… ¡ojalá! Hoy, tengo relaciones hermosas con mi madre y padre que traen muchísima felicidad a mi vida.
Empezar a sanar a mi niña interior supuso un antes y un después. Cambió todo. Literal. Fue increíble. Sin exagerar, fuegos artificiales. Cambió la percepción que tenía sobre cada acción y palabra que me decían o dirigían. Fue durante una sesión de respiración alquímica con mi gran amigo Sébastien Fazan. No sé si algún día podré agradecerle lo suficiente <3
Nada es personal. Cada cosa que decimos o hacemos es un reflejo nuestro y de nadie más. Es complejo de entender, especialmente en actos de violencia de cualquier tipo. Es extremadamente complejo no percibirlos como algo personal.
Quien hace daño, normalmente lo hace porque está lastimado. Nadie lastima sintiendo amor profundo en su corazón. Sería imposible. Quien hace daño vive en sufrimiento y desconexión profunda, en mayor o menor medida. Cuando nosotrxs hacemos daño, suele venir de una herida interna.
Con esto no estoy juzgando qué está “bien” y qué está “mal”. Hablo desde la no-emocionalidad.
Liberar la ira y empatizar con quien te hizo o hace daño es un tema complejo que requiere un entendimiento profundo de la polaridad, la dualidad y la unidad y lo hablaremos otro día.
Yo estaba enfadada siempre. Mi herida niña interior percibía casi todo como un ataque. Cada vez que me enfadaba con mis parejas, amigxs o familia porque no hacían o reaccionaban de la forma que me hubiese gustado, me dolía. Era como meter dedos en esas heridas de la infancia, de la Valeria que no se sentía querida, cuidada, protegida o a salvo.
Y como me dolía, me enfadaba.
El enfado es una reacción de defensa ante el dolor.
Cuando empecé a sanar a mi niña interior, empezó a cambiar la percepción que tenía sobre los actos, reacciones y palabras de lxs otrxs. De pronto no me hacían daño, no todo me dolía. No todo era personal ni una muestra más de que no me querían, no se preocupaban o no me cuidaban.
Al sanar ese amor en mi interior, dejaron de dolerme las actitudes, reacciones, acciones y palabras de lxs otrxs.
Ya no sentía que tenían que cuidarme o protegerme como yo percibía que tenían que hacerlo, porque ya me tenía a mi y a un amor profundo en mi corazón. La herida ya no ardía ni no estaba abierta de par en par.
Fue y es un proceso increíble. Me sigue alucinando cómo cambia la percepción de todo cuando sanamos nuestro interior. Supongo que sanaremos cosas de por vida si estamos abiertas y dispuestos a ello.
CÓMO SANAR LX NIÑX INTERIOR
Hay muchas maneras de entrar en contacto con nuestrx niñx interior. Si no estás acostrumbradx a hacerlo o no lo has hecho nunca, una de las técnicas más sencillas es la visualización:
Siéntate en un lugar tranquilo, idealmente después de hacer una meditación, aunque sea corta, que te lleve a un estado de calma. Puedes sentarte con la espalda recta, poniendo la mano izquierda sobre tu chacra corazón y la derecha encima de la izquierda, respirando profundo y centrándote en tu corazón. Visualizas ese centro energético latiendo. Lo envuelves en frecuencia Rayo Rosa de amor, comprensión y compasión y visualizas esa esfera rosa siendo cada vez más fuerte y grande.
Estando en ese espacio, puedes llamar a tu niñx interior. Le visualizas como tu yo de cinco años. Puedes preguntarle cómo está, cuales son sus primeros recuerdos, qué le trae dolor… Puede que quiera hablarte o que no. Mi niña interior, por ejemplo, estaba tan enfadada conmigo que no quería hablarme. Estaba sentada agarrándose las rodillas y la cabeza dentro de estas. Me llevó bastante tiempo y dulzura que se abra. Ten paciencia.
Otra técnica puede ser escribirle una carta a tu niñx interior con lo que sientas. Puedes pedir perdón, dar amor, consuelo y todo lo que necesites. Al terminar se la lees en voz alta.
Estos pueden ser un primer contacto. La meditación de la esta semana es una de las técnicas que yo utilicé para sanar a mi niña interior durante años: nos visualizamos con nuestra niñx interior de cinco años sentadx sobre nuestras piernas, le abrazamos y le decimos una y otra vez: eres amada, estás a salvo, estás protegida. Es un proceso y meditación hermosa. Podéis encontrarla en Spotify, Youtube y plataformas de podcast.
Esta ultima técnica es parte de lo que comparte del gran Thich Nhat Hanh en su maravilloso libro Reconciliation: Healing the Inner Child traducido en español como El arte de cuidar a tu niño interior y puedes conseguirlo aquí.
Este maravilloso libro me ha ayudado a sanar a mi y a mi linaje. En sus palabras: “sanar el dolor del niño interior es la llave para transformar la ira, la tristeza y el miedo”.
Para sanar tu niñx interior también es fundamental dejar salir la ira, la tristeza y el dolor que sentimos de niñxs, curar las heridas emocionales. Como siempre digo, toda herida puede cicatrizar, pero antes hay que sacar el pus.
Yo utilicé y utilizo mucho la técnica ancestral de limpieza de corazón de escribir y quemar periódico. Es la tercera técnica de este newsletter.
Quienes han pasado por traumas profundos, tienden a revivir la o las escenas una y otra vez en la mente. La mente no entiende que es una memoria y lo vive como si estuviese pasando una y otra vez, con la carga emocional profunda que ello conlleva.
Es importante cuidar nuestros pensamientos y no revivir una y otra vez la/s experiencia/s a medida que vayamos soltando el dolor. La palabra también es fundamental. ¿Cómo nos hablamos a nosotrxs mismxs?
Todo lo que te dices, se lo estás diciendo a tu niña interior. Si te dices gorda como algo negativo, fea o que no eres capaz, se lo estás diciendo a tu niña de 5 años. Si le/te tuvieses en frente, le hablarías así? ¿Le dirías esas cosas, con esa rabia, ese odio o ese desprecio? Probablemente no… pero lo hacemos.
Somos esa niña herida que quería que la quieran, ese niño que quería ser abrazado y aceptado por quien era, ese niñe que se sentía solo y desprotegido y necesitaba ser amado… Es menester sanar a nuestrx niñx interior para empezar a vivir sin tantas heridas abiertas y con cargas del pasado que quizás ya nada tienen que ver con nuestra vida actual.
Resumiendo <3 A mi personalmente lo que me ha funcionado es una mezcla de:
1. Sesiones con sanadores, que me han ayudado a liberar partes profundas del trauma (POR FAVOR acudir solamente a gente de la que tienen referencias serias, ya que como en todos lados, hay mucha gente que engaña y se aprovecha. No tengo gente de confianza en todos lados pero si conozco a muchxs, me podéis preguntar a mi u otra persona en la que confiéis plenamente).
2. Sanación por medio de la meditación
3. Llevar a cabo técnicas que me ayuden a soltar el dolor, la ira y la tristeza. Aquí podéis encontrar varias, especialmente la de quemar periódico.
4.Tener a mi niña interior presente en mi vida diaria:
Sanar al niñx interior también es un trabajo diario. Yo la llamo cada vez que canto, bailo en casa, me meto en el mar, voy a patinar, juego, voy al bosque… quiero que esté presente y disfrute de todo lo que me da placer y alegría a diario. Quiero que se sienta vista, cuidada y protegida siempre. Quiero que sepa que nos tenemos y que juntas podemos trabajarlo todo. Quiero que tenga la certeza de que la amo.
Como siempre, deseo de corazón que esta información, técnicas y meditación os ayuden a tener vidas más libres, en amor y armonía.
Abrazo enorme lleno de luz <3
Val.
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ENGLISH
Weekly reminder that English is not my mother tongue. I try not to make mistakes but they happen often :)
Hi fam! How are you? How’s the tsunami treating you? Sending you a very big virtual hug wherever you are plus strength and courage during this intense process. We have each other.
Talking about tsunamis, today we’ll talk about one of the biggest inner revolutions a human being can go through: healing their inner child.
We talk and hear a lot about this but, what is really our inner child?
Our inner child is us, child version, with everything that happened and everything we went through, perceived, didn’t get over, hold on to or played. All the “positive” and “negative” sensations, emotions, needs, emptiness or fulfillment from our childhood that have “shifted” into developing big parts of our personality.
How we perceive the world, the love we think we deserve, the love we think we have, how we give, how we play, how we laugh, how we suffer, how we exchange energy with everything and everyone or what we think we’re capable of doing.
The development of our own personality, self-perception and the perception we have of the world depends on our inner child.
If our inner child is wounded, for whatever reasons, it’s very likely we’ll grown up insecure, without self-steam, full of fear and develop our personalities accordingly. And that’s how we go out into the big world, trying to cover our open wounds so no one can see them and hurt us more but as much as we try to hide them, those wounds and those wounded inner child’s condition and trigger everything, starting by how we relate with the world and ourselves.
I don’t personally know anyone without a wounded inner child. In a bigger or smaller scale, we all have a lot of healing to do.
My inner child was not only wounded, she was angry af with everything and everyone, especially with myself.
As adults, some of us understand that our parents (and even ourselves) did the best they could with what they had. They too have deep wounds and really wounded inner child’s, that have shaped their personalities.
It’s a very complex subject. It took me years to understand and forgive. Cause even though we may now rationally understand that they did the best they could or knew, emotional wounds don’t heal by understanding it rationally… I wish! Today, I have wonderful relationships with my mother and my father that bring a lot of joy into my life… but it definitely took me a long while.
Starting the process of healing my inner child was a turning point for me. Everything changed. Literally. I kid you not, it was fireworks. The perception I had of every word or action directed towards me, changed. It was during an alchemical breathwork session with my beloved friend Sébastien Fazan. Will never thank him enough <3
Nothing is personal. Everything we say or do is a reflection of ourselves and no one else. It’s a bit complex to understand, especially when it comes to any kind of violence. It’s extremely hard not to take it personal.
Those who hurt, usually do it because they are deeply wounded. No one inflicts pain while feeling a profound love in their hearts. It’s impossible. Those who hurt live in deep pain and profound disconnection, in a larger or smaller scale. When we hurt, it usually comes from an inner wound.
By these, I’m not judging and saying what’s “good” or bad”. I’m talking from a non-emotional place.
Letting go of the anger and being able to empathize with those who hurt you it’s a complex matter that requires a profound understanding of polarity, duality and unity. We’ll talk about this another day.
I was always angry. My inner child perceived almost everything as an attack. Every time I got mad at a boyfriend, friend or family member because they didn’t do or react the way I would have liked to, it hurt. It was like digging into those childhood wounds from the little Valeria who didn’t feel loved, taken care of, protected or safe.
And as it hurt, I got mad.
Anger is a defensive reaction towards pain.
When I started healing my inner child, the perception I had towards other people’s actions, reactions and words towards me, started changing. They suddenly didn’t hurt. It was not personal or proof that they didn’t love me or cared.
While healing that inner love, other people’s attitudes, reactions, actions and words stopped hurting.
I stopped feeling that they had to take care of me or protect me in the way I perceived they had to because I already had me and a deep, profound love in my heart for myself. The wound was not itchy or wide open anymore.
It was and it still is an amazing process. I’m still in awe about how the perception we have of everything can change when we heal on the inside. I guess we will be healing all our lives if we’re open and wiling to.
HOW WE HEAL THE INNER CHILD
There are many ways to get in touch with your inner child. If you’re not used to do it while meditating, visualization can work:
Sit in a quiet place, ideally in a meditative state, that gets you calmed. While sitting with your back straight, put your left hand over your heart chakra and the right one on top of the left. Breathe deeply and focus on your heart. Visualize that energetic center beating. Surround it with the Love, sweetness and compassion of the Pink Ray frequency and visualize that sphere becoming bigger and stronger.
You can now call your inner child while being in that space. Visualize yourself with five years old. Ask him/her/them how are they feeling, what are their first memories, what brings them pain… He/she/them may or may not want to talk to you. My inner child was so upset the first time I contacted that she didn’t want to talk to me. She was sitting, grabbing her knees and burying her head between the knees. It took me a while and a lot of tenderness to make get open up. Be patient.
You can also write a letter to your inner child telling whatever you feel. You can apologize, give love, comfort... whatever you may need. Read it out loud.
These are some ways to make a first contact. This week’s meditation is the technique I used for years to help heal my inner child: you visualize yourself with the five-year-old version of you sitting on your legs and while you hug him/her/them you repeat over and over: you are loved, you’re safe. You’re taken care of. It’s a beautiful process and meditation. You can find it in Spotify, Youtube and all things podcast.
This technique is part of Thich Nhat Hanh’s book ‘Reconciliation: Healing the Inner Child’
This wonderful book has helped me and my linage heal. In his own words: “Healing the inner child’s pain is the key to transforming anger, sadness and fear”.
Another fundamental key to heal your inner child id finding ways to release the anger, sadness and pain we felt as kids, heal the emotional wounds. As I always say, any wound can heal, but first we need to clean the pus.
I’ve used and still do this ancient heart-cleansing technique, writing and burning. It’s the third technique detailed in this newsletter.
Those who have undergone through extreme trauma tend to revive the scene/s over and over in their minds. The mind don’t understand it’s a memory and revives the trauma as if it was happening again and again, with the corresponding emotional burden it implies.
It’s so important to care for our thoughts and try not to revive them over and over while releasing our pain. The way we talk to ourselves is also key. How do we talk to ourselves?
Everything you say to yourself, you’re telling your inner child. If you’re calling you fat with a negative connotation, ugly or uncapable, you’re telling it to your five-year-old.
If you had him/her/them in front of you, would you talk to them that way? Would you talk with that disdain, that rage, that anger? Probably not… but we still do it.
We are that wounded child that wants to be loved, that kid that wants to be hugged and accepted, that boy that felt alone and unprotected and needed contention… Healing our inner child is fundamental to live without so many open wounds and past burdens that may have nothing to do with our current lives.
Wrapping up <3 What has worked for me are a mix of the following:
1. Sessions with healers that helped me release profound parts of the trauma (PLEASE I BEG YOU to only go with people you have serious references from. Unfortunately, there are many scammers. I don’t know healers everywhere but I do know quite a lot. You can ask me or another person you fully trust).
2. Healing through meditation
3. Cleansing techniques that help me release anger, pain and sadness. You can find some here, especially the burning paper one.
4. Invite my inner child to be with me on a daily basis:
Healing the inner child is also a daily task. Every time I sing, dance, get in the sea, go skating, play or go to the woods, I call her. I want her to be present and enjoy everything that brings us joy and laughter daily. I want her to always feel seen, taken care of and protected. I want her to know that we have each other and we can deal with whatever comes out way. I want her to have the certainty that I love her.
As always, I wholeheartedly wish this information, techniques and meditation help you achieve healthier, freer and more harmonious lives.
Massive Light hug
Val.
PARISH NOTICE: From now you’ll get this newsletter every two weeks instead of once a week. You can always drop me a message if you need anything in between <3
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